Seguro que habéis leído más de una vez que la piel en la adolescencia es cuando está más bonita: es elástica y no tiene ni una arruga...
Y tú pensarás ¿mi piel bonita?, pero si tiene acné y siempre está grasienta. Desde luego que a estas edades solo nos faltaría tener que preocuparnos de las arrugas, bastante tenemos con librarnos de los granos y del exceso de sebo por culpa de los cambios hormonales.
¿Cómo ganar la batalla al acné? Pues lo primero que hace falta es ser muy contante con la higiene facial. Pensarás que con lavar la cara por la mañana solo con agua ya es suficiente. ¡Error! El agua por sí sola no elimina la suciedad que se acumula durante el día y menos todavía consigue limpiar en profundidad el sebo de los poros.
Para conseguir limpiar el rostro, hay que utilizar un jabón especial para pieles jóvenes. Hay un montón en las perfumerías, para todo tipo de pieles y de todos los precios. Estos jabones hay que utilizarlos por la mañana, nada más levantarnos y por la noche, antes de acostarnos. ¡Y que no te dé pereza, sino será imposible que consigas tener una piel sin brillos ni granitos!
Y recuerda utilizar un tónico suave después de lavarte la cara con el jabón. El tónico sirve para terminar de limpiar la piel y cerrar los poros, así la piel te dura más tiempo limpia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario